Bullying.
Por Daniel Cantó
Hace unos días, se registró un nuevo caso de Bullying escolar en Tlaxcala, ahora en el municipio de Chiautempan
En redes sociales se difundió una grabación donde se observa a un joven estudiante del CETIS 132 quedar inconsciente tras recibir una fuerte golpiza por parte de sus compañeros.
En la grabación todo ocurre muy rápido, se observa que al menos otros tres masculinos comenzaron a golpear a este adolescente que portaba un pantalón de mezclilla y sudadera negra, tanto que los golpes lo llevaron al suelo.
El titular de la Secretaría de Educación Pública del Estado (SEPE) Homero Meneses, lamentó estos acontecimientos y se sumó al rechazo de este tipo de conductas las cuales ya cobraron una víctima más en el estado de México.
La alumna Norma Lizbeth estudiante de la secundaria 518 en Teotihuacán, murió luego que una de sus compañeras le hizo bullying y la golpeara en diversas ocasiones en su cabeza, situación que le provocó un derrame cerebral el cual cobró su vida.
El acoso escolar es maltrato psicológico, físico e incluso verbal que puede recibir un estudiante en repetidas ocasiones. Sin duda alguna es uno de los grandes males de la sociedad, por el cual muchos jóvenes se han quitado la vida, han entrado en depresión, han llegado a ser maltratados hasta llegar al punto de la muerte.
¿Pero de quién es la responsabilidad?
Los especialistas señalan que son cuatro figuras los verdaderos responsables de que los estudiantes sufren bullying en sus centros de estudios.
Primero son los docentes, pues estos deben estar atentos al desarrollo de los estudiantes en el aula en cada clase, señales como bajo rendimiento, la timidez, y ansiedad son muestra de que algo acontece.
Luego está la institución, ya que esta debe velar que los docentes cumplan con su deber, y al mismo tiempo, atender cualquier denuncia. También están los padres de familia quienes deben educar a sus hijos para no callar en caso de ser víctimas, e inculcarles valores para que no sean agresores.
La otra figura son los compañeros de clases, pues ninguno debe callar cuando el compañero sufra agresión, ni mucho menos formar parte del círculo agresor.
No faltará que de un hecho que lastima a todos se culpe al gobierno, si bien es cierto que se deben promover campañas de difusión, lo real es que como sociedad permitimos este tipo de conductas, las cuales ya a estas alturas se deben erradicar.
