Colapsa la SCJN dando inicio a la desaparición de poderes en México
Por. Enrique Gasga
Muchos analistas han calificado como triste la decisión del presidente de la SCJN, Arturo Zaldivar ministro más comprometido con el plan desestabilizador de Andrés Manuel que con la debida aplicación de la justicia para el país; así como de otros cinco jueces, que votaron a favor de hacer constitucional algo inconstitucional como es la consulta mal planteada para supuestamente llevar a juicio a ex presidentes; pero que en el fondo es más para un asunto político-electoral que beneficie al partido en el poder.
Más que lamentable es ver cómo se va destruyendo no la corrupción en el país que hoy más que nunca está presente; sino con el pre texto del combate inexistente a la corrupción, lo que en realidad se está destruyendo es lo que la sociedad civil había logrado arrebatar a los anteriores gobiernos y que costó sangre, sudor y lágrimas, y hoy es arrebatado con mentiras por un gobierno con los peores resultados en décadas.
Siendo uno de los principales problemas en el país la inseguridad y la falta de justicia pronta y expedita; la decisión de los seis magistrados de la SCJN de apoyar este plan perverso del gobierno federal; en que optan por el desprestigio de los últimos ex presidentes del país para ganar votos para MORENA en las próximas elecciones, en lugar de que si realmente hay los elementos para llevarlos a juicio, se les lleve y se aplique la ley, la consulta popular es realmente el perdón para los ex presidentes.
Es decir hoy vale más lo que diga Andrés Manuel que la aplicación de la justicia que tanta falta hace al país.
Lamentable, tristemente, o injustamente hoy con la decisión de la SCJN de postrarse ante los caprichos y ambición de poder de López Obrador, traiciona su propia responsabilidad para lo que fue creada que es la justicia y con ello traiciona a México.
Para muchos tras esta decisión se acaba la división de poderes en México, y se va camino a lo que este gobierno ha negado; pero que cada vez tiene más características de practicar, una dictadura.
Hoy la aplicación de la ley en el país empieza a estar supeditada al capricho de López Obrador.
Lamentable que muchos de sus simpatizantes repliquen sus mismas palabras cuando se exhiben estos excesos; así como los pésimos resultados en prácticamente todos los sectores de la sociedad y en qué esto ha costado la vida de más de cien mil mexicanos en sólo dos años de este sexenio; de decir que lo que pasa es que sus adversarios lo que quieren es seguir robando.
Esto es una trampa de Amlo del tamaño de su incapacidad para gobernar, porque a quienes está quitando derechos a una atención debida por ejemplo de los niños y demás personas con cáncer a los que se ha afectado enormemente desde el inicio de este gobierno; a todos los mexicanos a servicios médicos adecuados y a los medicamentos que tanto se prometió entregar y no se cumple.
A las mujeres que sufren violencia; a una sociedad víctima del crimen organizado y no organizado, al ama de casa a la que cada vez alcanza menos el gasto para adquirir lo básico para vivir porque la economía cada vez está peor y los precios de la canasta básica y de todo van a la alza.
A las miles de víctimas de violación a sus derechos humanos, mujeres y niños, principalmente; tras haber tomado el control de la Comisión Nacional de Derechos Humanos volviéndola un organismo al servicio del gobierno contrario a la razón para la que fue hecha para defender los derechos de los ciudadanos ante los abusos del gobierno en turno, y no es que en los anteriores sexenios la CNDH estuviera totalmente desligada del gobierno federal, pero con base en presión de diversas organizaciones civiles y familiares de víctimas se había logrado avanzar en la defensa de los derechos humanos.
Pero llega el actual gobierno con enormes promesas sobre la defensa a los derechos humanos y lo que hace es absorberla y volviéndola un “elefante reumático”; y regresando a esta comisión nacional a sus orígenes o peor donde dependía casi o absolutamente del ejecutivo; hoy la CNDH carece de toda autonomía, y de hecho en sólo dos años se ha cortado de tajo lo que la sociedad civil había conseguido en años; es más ya difícilmente se puede hablar de que algún organismo tenga autonomía.
Es por eso lamentable que el único de los tres poderes del país, que es el Poder Judicial que hasta cierto punto mantenía resistencia a doblegarse ante la voluntad del presidente; hoy se ha arrodillado, y toda vez que el Congreso y el Senado ya estaban operando a favor no de la ley; sino de la voluntad del inquilino de Palacio Nacional; la división de poderes en México empieza a extinguirse, o ya se ha extinguido.
Sobre la pregunta para supuestamente enjuiciar a los ex presidentes, de eso no hay mucho que decir, es una evidente treta pues en realidad se está ensuciando el debido proceso para juzgarlos, y lo cual servirá precisamente para lo contrario: no juzgarlos; y con ello se concreta la parte nodal del pacto de impunidad de que tanto se ha hablado entre Peña Nieto y Andrés Manuel.