Columna: Hagamos que sea Posible
¿Por qué escribo?
Por Liliana Becerril Rojas
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A mis amigos que me siguen en redes sociales, medios de comunicación y sociedad en general los saludo con afecto y reciban un cálido abrazo a la distancia, los hago partícipes de que es lo que me motiva a escribir mis colaboraciones.
La experiencia cívica que me ha aportado la vivencia de ser ciudadana que incursiona en la política me ha dejado un cúmulo de reflexiones que, considero, deben ser compartidas, porque responden a inquietudes de la ciudadanía, desde nuestra perspectiva como sociedad civil que encaramos día con día la compleja incertidumbre que surgen de los fallos del Estado y sus instituciones en la búsqueda de dar solución a las diversas necesidades existentes.
Sé que hay muchos cuestionamientos que deben plantearse ante y entre las autoridades, pero existen muchos más que debemos responder nosotros, como ciudadanos que tenemos la libertad de elegir cómo vivir. Creo que es preciso despertar nuestra conciencia con respecto al papel que jugamos en la dinámica en la que se desarrolla nuestro diario vivir y nuestra participación en la construcción del estado y del país que soñamos y merecemos.
Quiero promover la importancia que tiene el conocer nuestros derechos, así como las obligaciones que tenemos como ciudadanos, de acuerdo con la Carta Magna que nos rige, porque solo así dejaremos de ver a la política como un ámbito corrupto ajeno a nosotros. Tenemos que comprender que la corrupción tiene oportunidad ante la ignorancia y la indiferencia. No existe la neutralidad cuando hay que elegir entre la legalidad y la delincuencia. La abstención es una forma de complicidad que no debe tolerarse ni ejercerse cuando lo que se busca es una mejor calidad de vida para todos.
Creo que es un deber para mí abordar los temas que nos aquejan como país y no sólo señalarlos, sino analizar qué grado de responsabilidad tenemos los ciudadanos, pero más importante aún: cómo resolver esa problemática social desde la posición en que nos encontremos generando acciones estratégicas eficaces y eficientes.
Mis aportaciones no se encaminan a desacreditar a ninguna institución partidaria, así como a ninguna autoridad, pero sí a analizar cada situación y la participación de cada actor político, así como de la ciudadanía, porque es necesario entender qué sucede y por qué, para poder vislumbrar soluciones viables o propuestas emanadas de la misma sociedad civil para que la clase política las atienda.
Finalmente, creo que el desafío que encaramos los tlaxcaltecas y los mexicanos, es el construir un nuevo sistema político que se centre en las necesidades reales que nos laceran y que el ejercicio político deje en un segundo plano los intereses de grupo o de partido. Tenemos que saber exigir resultados, pero eso solo se consigue mediante la congruencia: cumplir con nuestras obligaciones, pagar nuestros impuestos, respetar los lineamientos, porque solo con solvencia moral es posible exigir resultados.
Considero que los ciudadanos debemos involucrarnos mucho más con la esfera política y no descartar participar en ella, pues si lo hacemos podremos descubrir verdades que ignoramos y evidenciar vicios que nos dañan, así como terminar con las malas prácticas que nos condenan a vivir temiendo la impunidad.
Escribo porque creo que es una de mis aportaciones a mi estado.