Comerciantes acusan a Profeco de permitir que miles de negocios no cuenten con contrato de adhesión
• Esto genera una competencia desleal entre los comercios establecidos del estado que no cumplen con este requerimiento, y los que sí lo hacen.
Aun cuando la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), establece como un principio básico que en una relación de consumo, entre proveedores y consumidores, exista la información adecuada y clara sobre los diferentes productos y servicios que se ofrecen; en el caso de Tlaxcala comerciantes establecidos se quejaron de que la Profeco que es la encargada de vigilar que dicho principio se cumpla, no lo hace; de ahí que esto ha generado una enorme competencia desleal entre los comercios establecidos que se han esforzado en cumplir con esto, y los negocios que no lo hacen; pero a todos se les permite funcionar.
De acuerdo a lo que establece la Ley Federal de Protección al Consumidor todos los negocios o comercios establecidos que vendan o presten un servicio están obligados a dar garantía al consumidor sobre los productos o servicios que ofrecen; y para esto están los contratos de adhesión; pero la mayoría de negocios en el estado no cuenta con éstos, y la Profeco aunque tiene la obligación de revisar que esto se cumpla no lo hace, señalaron los quejosos que prefirieron el anonimato por seguridad.
De acuerdo a lo que establece la Secretaría de Gobernación en su página electrónica expone que aspectos como: las características, precio, especificación correcta de cantidad, composición, garantías, tiempos de entrega, entre otros, debe plasmarse en un contrato que en este caso es un contrato de adhesión.
Lamentablemente en el estado, señalaron los inconformes, casi ningún negocio te da garantía del producto o servicio que te vende; y en caso de que dicho producto o servicio tenga deficiencias, deterioro, no funcione, esté incompleto, no sea original, o no cumpla con lo acordado en el caso de algún servicio; el consumidor queda desprotegido para poder reclamar porque no sólo no cuenta con un contrato para hacerlo; sino que ni siquiera, en la mayoría de los casos, se le da una factura donde se especifique las características de lo que se les está vendiendo, manifestaron.