DECEPCIÓN. ¡México cómo dueles!

Sólo bastaron cinco meses, ni siquiera había tomado  protesta como nuevo presidente del país Andrés Manuel López Obrador cuando ya había bajado nueve puntos la confianza de los mexicanos en él; según encuesta de un conocido medio de comunicación nacional; y es que evidentemente la gente se ha empezado a dar cuenta que simplemente… AMLO: ¡NO CUMPLE!; de que está lleno de demagogia, y en modo alguno se ha visto en él una posible solución a los graves problemas que enfrenta México; más bien se ha visto incertidumbre generalizada, y eso no le empieza a gustar a nadie… quizá sólo a los morenistas que van a trabajar con él, y eso quizá sólo a fuerza de saber que van a cobrar por ello.

Qué poco le está durando el gusto a los mexicanos que votaron por él; ya que aparte del nueve por ciento que ya no cree en él; cuántos se estarán sumando a este desencanto, a esta decepción, tras escuchar el cúmulo de tonterías que dijo en su toma de posesión este 1 de diciembre.

Quién se esperaba por ejemplo que tan cínicamente dijera que no va a bajar la gasolina hasta que esté concluida la refinería; y qué pasó con sus falsas promesas, pues eso, son falsas.

Andrés Manuel primero prometió en su campaña que iba a bajar los precios de la gasolina; después y ya próxima la elección presidencial dijo que sólo iba a congelar los precios para que no subieran; sin embargo, con su silencio de este 1 de diciembre ante la eliminación del subsidio establecido hace unos días todavía por el gobierno de Enrique Peña Nieto, no sólo aceptó dicha medida que representará que el precio de la gasolina se eleve más que en los últimos años, y con ello el precio de prácticamente todos los productos de primera necesidad.

Que no va a castigar a los responsables de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa; que no va a castigar a los responsables del saqueo al país, ni va a castigar a los responsables de tantas y tantas atrocidades que se han cometido al amparo del gobierno federal, y de muchos de los locales, porque no cabrían en las cárceles… qué falta de respeto a la inteligencia de los mexicanos, a quién cree que engaña.

Esto no sólo es un pacto de impunidad de los más vergonzosos; sino una burla para las miles, o millones de víctimas de tantos atropellos.

Qué va acabar con la corrupción; es la fumada más grande que gobernante humano alguno ha dicho;  sólo al nivel de los peores dictadores que ha tenido el mundo; y es que alguien cree acaso que un ser humano pueda acabar con este mal; obviamente no está en las manos de hombre alguno acabar con eso, a lo más disminuirla.

Y para eso se necesita primero combatir la impunidad castigando a los servidores públicos que incurran en falta de cumplimiento de su responsabilidad, y eso si lo puede hacer; pero hasta ahora sólo nos restregó durante su toma de protesta que no va a actuar contra los responsables de tantos crímenes que se han cometido. Absurdo no.

Lo que vimos este 1 de diciembre puede calificarse así: de ABSURDO. Y es que lo que pudimos escuchar y ver en la toma de protesta y en la ceremonia de celebración que tuvo posteriormente fue de todo menos de lo que necesita México para enfrentar los grandes problemas que tiene.

Vimos un circo demencial tenebroso lleno de falta de respeto a todos los sectores; una burla al pueblo mexicano. Una comedia. Una tragicomedia.

El actuar en una obra de teatro con supuestos representantes indígenas es lo que menos necesita el país.

De verdad. Yo esperaba escuchar al menos un anuncio lúcido diferente a la verborrea usual de Andrés Manuel; que ya como presidente se dejaría de engaños, trampas y discursos demagogos huecos; pero lamentablemente no fue así, y su primer discurso como presidente constitucional de México fue igual al del mismo político falso de toda falsedad que ha sido.

El hecho es que México tiene graves problemas de falta de buenos servicios de salud; la mayor parte de la población vive al día en pobreza de diferentes niveles; los sueldos son muy bajos y la terrible inseguridad es ya insoportable.

Pero de las medidas que está tomando ninguna se ve viable, más son medidas, por un lado de impunidad con los grupos de poder amafiados que le ayudaron a llegar a la presidencia, y hoy está en deuda con ellos; pero también los engaña al exhibirlos cada que tiene oportunidad; y por otro lado el centralismo del poder en una sola persona, él, Y con ello tratar de garantizar el poder para su proyecto más allá de este sexenio. ¡México cómo dueles!

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