Diversidad, tecnología y educación.
Por Liliana Becerril Rojas
Columna: Revolucionaria Social
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La Educación es el mecanismo por medio del cual una sociedad transmite los principios ideológicos imperantes en la comunidad a sus nuevos integrantes, a fin de que la dinámica social sea replicada por las nuevas generaciones, por eso la formación académica que imparte se alinea a las expectativas y requerimientos del sistema; sin embargo, la evolución social de la humanidad marca nuevas pautas y los desafíos resultantes exigen innovaciones indispensables para que el futuro sea una promesa y no una amenaza para la propia sociedad.
Parte de las exigencias que establecen los nuevos retos es considerar la diversidad como la suma de las individualidades que integran a un grupo social. Y hablar de esa diversidad es comprender que cada persona tiene su propias fortalezas y sus propias áreas de oportunidad, de tal forma que es necesario contar con métodos de identificación de aptitudes y habilidades desde los primeros grados de formación académica escolarizada, para crear planes de estudios que desarrollen el potencial de cada estudiante a fin de que el talento innato se canalice de forma adecuada y le aporte los conocimientos y los recursos necesarios que potencien sus capacidades y abrir nuevas oportunidades de desarrollo profesional, económico y personal que impacte tanto al futuro profesional como a su entorno.
El Estado mexicano cuenta con la Secretaría de Educación Pública para el diseño y la impartición de los planes educativos desde el nivel inicial hasta el medio superior, por lo que existe la infraestructura necesaria para identificar los perfiles de los estudiantes y potenciar sus habilidades mediante planes específicos de estudio encaminados para que adquieran y desarrollen competencias que les permitan generar mejores condiciones de vida para el presente y el futuro.
Un rubro que debe atenderse prioritariamente es el tecnológico, ya que las nuevas tendencias involucran la aplicación de las nuevas tecnologías para los diferentes procesos que intervienen en nuestro diario vivir. En este sentido, es necesario encausar a quienes muestran una facilidad y un gusto por esta temática, mediante planes específicos de educación que abran la oportunidad de capacitarse no solo a los mejores promedios, sino a todo quien aspira a desarrollarse en ese campo. Y no solo eso, sino crear una sinergia entre el Estado, el Sector Empresarial y la Sociedad Civil para garantizar que los egresados de los distintos centros educativos con perfil tecnológico encuentren centros laborales en donde puedan aportar sus conocimientos y cuenten con un panorama amplio de desarrollo que pueda llevarlos a representar a México en niveles internacionales.
En Tlaxcala, niños y jóvenes están creciendo en una dinámica en la que la tecnología es parte inherente de su realidad, por lo que es importante que cuenten con una formación académica que les permita acceder al control tanto de la forma como del contenido de esas nuevas tecnologías aplicadas a los más diversos campos de productividad que hoy en día son parte de nuestra cotidianidad.
Nuestro compromiso para con nuestras nuevas generaciones se traducirá en mejores condiciones de vida para nuestra sociedad. La diversidad y la empatía conforman las bases del nuevo paradigma para la educación y la producción autosustentable.
