El presidente quiere convertir a policías federales en soldados… ellos se niegan.
- Adiós a una de las corporaciones de seguridad más importantes del país.
Luego de las protestas que este miércoles se dieron en la Ciudad de México por parte de policías federales por no estar de acuerdo con su integración a la Guardia Nacional, cambio con el que podrían perder prestaciones, entre ellas su antigüedad laboral, además de quedar expuestos a los mandos castrenses; por lo que ante la cerrazón por parte del Gobierno Federal para garantizarles al menos sus prestaciones y respeto a sus derechos; esto genera u conflicto en el que el escenario para la seguridad del país es terrible, y esto podría empeorarlo.
Ante esto, la postura del presidente Andrés Manuel López Obrador, habla por sí sola tras declarar que en dichas protestas “hay mano negra”, minimizando la legitimidad de las peticiones de los policías federales.
En el caso del titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Alfonso Durazo en total contradicción, asegura por un lado que se va a atender las demandas de los federales con base en el diálogo; pero por otro no dan solución a las demandas de los elementos de seguridad.
Por su parte, el abogado de los policías federales rechaza el argumento del presidente de que haya “mano negra”, en las protestas; pues aclara “aquí todos los compañeros buscan un fin legítimo que es mantener sus prestaciones; la lucha es legítima”, dijo, y declaró que este jueves van a presentar un amparo para que un juez de distrito decida quién tiene la razón, expresó.
Así mismo, manifestó que los policías federales responsabilizan a las autoridades de cualquier agresión en su contra; y están llamando a realizar un paro nacional.
Es importante recordar que la Policía Federal ha sido reconocida nacional e internacionalmente; por ejemplo el año pasado el Gobierno de Ecuador entregó al entonces Comisionado General de la Policía Federal de México, Manelich Castilla Cravioto una distinción en que reconoce su impulso a la cooperación internacional en materia de seguridad, y que es la máxima presea que este gobierno otorga a un ciudadano de otra nación; luego que policías federales mexicanos acudieron con equipo y víveres para apoyar a personas damnificadas de Ecuador por el sismo que se registró ese mismo año.
La Policía Federal por su efectividad incluso fue llamada para apoyar a la Policía Federal Rusa en los juegos donde participó la Selección Mexicana y en general con la seguridad de la Copa del Mundo que recientemente se celebró en ese país.
Y así hay muchos ejemplos de reconocimiento de la eficacia de la Policía Federal en México y también en varios países; aunque tanto en México como en cualquier parte del mundo es prácticamente estar libres del cáncer de la corrupción; y actualmente aunque el presidente de la República diga que ni él ni su Gobierno son corruptos, la realidad ha mostrado lo contrario.
El problema que enfrenta la Policía Federal es que bajo el argumento de la corrupción, se ha estado atacando a esta institución policial que para muchos gobiernos locales e internacionales ha sido de lo mejor que ha tenido el país en materia de seguridad; ahora de tajo, y de manera insultante, el Gobierno federal quiere convertir a los policías en soldados y abusar de sus prestaciones, según lo han denunciado, no haciendo, sino poniéndole fin a esta importante corporación.
Y el otro problema es la “Guardia Nacional” militar, que sin la preparación ni la formación requerida va a ejercer la seguridad pública; aunque hay la incertidumbre sobre todas las facultades que tendrán los militares que la integran; y como en todo país donde son militares los que se encargan de la seguridad pública es común que se presenten violaciones a los derechos humanos debido precisamente a que los soldados no están preparados para atender este tipo de labor.
Por todo esto, hoy México experimenta más que una transformación, un linchamiento y destrucción de instituciones en que se destruye no sólo la parte de corrupción que pudiera haber existido en cada una de ellas porque ni siquiera se contó con un diagnóstico al respecto, sino que se destruye todo por igual llevándose partes importantes que han sostenido servicios y apoyos para el pueblo mexicano en diferentes sectores.
Todo eso con la promesa de que es para acabar con la corrupción; pero hasta el momento lo que se ha visto, no es eso, sino más bien para quitarle recursos millonarios a cada institución y programa que destruyen, y sin que se conozca hacia donde serán canalizados, o que se está haciendo con esos recursos que los morenistas buscan que el presidente mueva a su antojo toda esa inmensa cantidad de dinero, y si quiere regalarlo a El Salvador, o a cualquier otro país lo pueda hacer, o gastárselo en cosas ajenas al bien común lo pueda hacer.
Se está centralizando el poder político en la el presidente Andrés Manuel López Obrador; pero también se le está buscando entregar cientos de miles de millones para que los mueva a su antojo, esto en un escenario de opacidad sobre los planes (si es que los hay), y el fondo sobre lo que busca el presidente de México.