Héctor Ortiz: un factor de consenso oportuno para Tlaxcala rumbo a 2021

Por: Enrique Gasga

La situación en la entidad cada vez se complica más; en Tlaxcala no sólo se puede hablar de un divisionismo; sino de una fragmentación insana rumbo a 2021 que en nada contribuye al progreso de la entidad y que indudablemente afecta todos los ámbitos desde el económico, el político, la seguridad, el campo, lo social y por supuesto la salud; por lo que urge una unidad mediante buenos consensos entre todos los sectores; y donde las fuerzas políticas tienen un trabajo imprescindible para alcanzar ese consenso que parece no llegar.

Las reuniones que ha habido entre las fuerzas políticas que se han dado desde hace algún tiempo parecen una buena ventana de oportunidad, aunque los aspirantes a la gubernatura parecen estar distantes a ellas más allá del cuidado para no afectar el sano proceso electoral.

Mientras que con la pérdida de la aportación del senador Joel Molina parece tambalear la inclusión de MORENA  en estos acuerdos; aunque es necesario que no se pierdan.

Hoy se ve importante fortalecer los consensos por Tlaxcala; la situación hacia el próximo año no se ve nada fácil por los recortes presupuestales, los efectos de la pandemia que cada vez cobra más vidas y siguen creciendo los contagios, la inseguridad y el divisionismo que ha enardecido los odios.

Ante esto un factor de consensos en este momento puede ser el ex gobernador, Héctor Ortiz líder con Serafín Ortiz del Partido Alianza Ciudadana (PAC).

Es importante quitar prejuicios sobre la guerra sucia que se hizo en años anteriores en su contra; porque sólo fue eso, y es necesario quitar esto para avanzar, o de lo contrario todos los actuales políticos no podrían quedar limpios en su imagen; y en estas guerras frecuentemente las aguas negras se llevan también los logros y lo injusto prevalece.

Hoy Tlaxcala necesita consensos y trabajar unida si lo que quiere es progresar; lo que menos necesita ahora son proyectos aislados que no dejen entrar a los demás actores.

Si un gobierno trabajó tranquilo fue precisamente el que gobernó entre 2005 y 2010, el gobierno de Héctor Ortiz; si se pregunta por qué, todos los actores políticos lo saben, fue porque había buenos consensos.

Hoy Tlaxcala necesita fortalecerse y no fragmentarse más, la situación es difícil en prácticamente todos los ámbitos y el estado necesita dar pasos firmes.

Ciertamente hay otros ex gobernadores aún en activo; pero sus responsabilidades los han concentrado en otros lugares del país; sin embargo si se dieran tiempo para trabajar en Tlaxcala en estos consensos sería también positivo.

Gane quien gane la gubernatura del próximo año, el partido que sea; si hay consensos se podrá avanzar; pero si lo que prevalece son los odios y la discordia; los golpes bajos y la soberbia; estamos a la puerta del autoritarismo y los problemas en lugar de encontrar una salida se agudizarán.

Es importante no precisamente un pacto de civilidad a la manera de los gobiernos federales anteriores y actuales; sino consensos que comprometan a los actores políticos y a los diferentes sectores de Tlaxcala a que haya respeto mutuo y trabajo conjunto para enfrentar lo que se venga.

Tlaxcala hoy más que nunca necesita de la capacidad de todos sus actores, de sus aspirantes a la gubernatura, de sus campesinos y de sus empresarios, de sus comerciantes y de sus amas de casa, de su políticos y de sus artistas; en pocas palabras de todos.

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