Informe o balance.
Por Daniel Cantó
Surge la duda sobre si el documento entregado ayer por el secretario de gobierno a los diputados es un informe, un balance, un adelanto, o qué sobre la administración lorenista.
Pero no importa el nombre que se le de a ese documento, porque los verdaderos avances, los ha visto la ciudadanía. A un año de gobierno, son claros los objetivos que se han cumplido y esperamos que cuando sea el verdadero informe de gobierno, sean más las metas alcanzadas.
La salud es un eje importante en esta administración, basta ver programas como los kioscos de oxígeno, las pruebas gratuitas de covid, la construcción de unidades médicas especializadas, la inauguración del nuevo hospital, y la entrega de bases a personal del IMSS-Bienestar. Quienes fueron beneficiarios de estos programas y acciones, son seguramente la mejor voz a favor de este gobierno.
En cuanto a bienestar, se ha visto la disposición de complementar los planes y programas del gobierno federal para combatir la pobreza y la desigualdad social. Se han acercado programas a quienes verdaderamente lo necesitan, se ha beneficiado a niños, madres, adultos mayores, personas con discapacidad y a cualquiera que lo requiera.
En seguridad, ha habido avances, pero se reconoce que faltan temas específicos por trabajar, la reactivación de arcos de seguridad, la entrega de patrullas, uniformes y equipo a policías municipales se ve; del mismo modo, se ha apostado por la capacitación para mejorar los cuerpos policiales.
En infraestructura, se han comenzado proyectos de modernización en su mayoría carretera para comunidades que lo requerían con urgencia, y que fueron olvidadas por gobiernos anteriores.
Podríamos dar cuenta de más acciones, pero el documento entregado ayer, como quiera que se llame, es el fiel testigo de que en Tlaxcala, a un año de gobierno, se han sentado las bases de la cuarta transformación en el país. Resulta imposible resolver en un año los pendientes que no se atendieron en los últimos diez años.
Ya se dio el primer paso para resolver algunas problemáticas que anteriormente se ignoraban, y es cierto, aún hay muchos otros rubros en los que trabajar y dedicar mayor atención. Lo único que tenemos seguro es que eso de que Tlaxcala vive una nueva historia, es verdad.