La tarea es larga, pero a un año de la Alerta de Género en Tlaxcala la cultura de la denuncia avanza.
Por Daniel Cantó
Hace un año, la Secretaría de Gobernación declaró la alerta por violencia de género contra mujeres (AVGM) en los 60 municipios de Tlaxcala, puesto que durante los gobiernos anteriores se duplicaron los homicidios contra personas del sexo femenino en los últimos cinco años; además, Tlaxcala fue uno de los estados que representaban los más altos índices en explotación y trata de féminas jóvenes.
Dicha Alerta fue derivado de las gestiones que hiciera la hoy gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros para frenar la ola de violencia que se vivía en contra de las féminas en la entidad.
Tras tomar protesta como gobernadora, Cuéllar Cisneros se coordinó para trabajar de forma interinstitucional con los distintos órdenes de gobierno, y del grupo de trabajo la administración estatal que han realizado un esfuerzo significativo para combatir uno de los peores lastres de la sociedad.
Esta Declaratoria debemos verla como un paso muy importante para Tlaxcala, primero reconocer la existencia y la gravedad de este problema de violencia, pero también para dar pasos firmes en su resolución.
Un reporte de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) a través de un diagnóstico en el mes de marzo sostuvo que los estados con Alerta de Género han logrado visibilizar el problema y la gravedad de la violencia contra las mujeres en cada uno de sus entornos.
Por ejemplo, en Guanajuato, donde no hay alerta de género se encuentra en el primer lugar de mujeres víctimas de homicidio doloso con más de 325 casos, además León, Irapuato y Celaya se encuentra en los primeros 100 municipios con feminicidios con dos cada uno, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
La alerta de género ha permitido que existan muchas más denuncias, y así lo dan a conocer información del Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (Banavim) el cual reveló que en Tlaxcala se han emitido un total de mil 483 órdenes de protección a tlaxcaltecas víctimas de algún tipo de violencia.
La tarea es larga, pero se sientan las bases para que en Tlaxcala se dé un cambio cultural significativo de las formas de relación y convivencia, además de enfrentar la impunidad con que estos delitos prevalecen, porque mientras se solape la arbitrariedad, esta situación no se revertirá en el corto plazo.