Muros mexicanos de injusticia y niños migrantes que pasan por Tlaxcala hacia EU.

REPORTAJE

PRIMERA PARTE

Uno de los grandes problemas sin resolver que se han ido convirtiendo en un símbolo de injusticia hacia seres humanos indefensos en México y por supuesto en el estado de Tlaxcala; es el de los niños y niñas migrantes indocumentados que viajan a Estados Unidos; ya sea acompañados de sus padres, o de otros familiares, o solos, y que ni el estado, ni autoridad alguna han podido garantizarles la defensa de sus derechos humanos.

Miles de niños y niñas indocumentados actualmente -y hoy mismo-, están sufriendo esta situación en nuestro país, en Tlaxcala sólo el año pasado, aproximadamente medio centenar de infantes llegaron a la “Casa del Migrante” ubicada en el municipio de Apizaco donde se pudieron resguardar después de viajar de manera ilegal varios días en tren, según nos informó el presbítero Elías Dávila Espinosa, quien está a cargo de esta casa de ayuda a migrantes, y que al parecer es el único refugio más o menos seguro donde migrantes en estas circunstancias pueden encontrar un poco de ayuda.

Persecución de las propias autoridades a través de la Guardia Nacional y Migración, violaciones a sus derechos humanos, asaltos, violaciones y violencia física, enfermedades, hambre y diversos peligros son sólo algunos de los problemas que tienen que enfrentar los migrantes indocumentados centroamericanos (en su mayoría) y de otros países que atraviesan México hacia Estados Unidos, y muchos de los cuáles lo hacen por el Estado de Tlaxcala.

De los aproximadamente cincuenta niños y niñas migrantes centroamericanos que llegaron en 2019 a la “Casa del Migrante” en Apizaco, por ejemplo, dos fueron salvados de agresiones sexuales que venían recibiendo por parte de un grupo de adultos que huyeron, los pequeños tuvieron que ser canalizados a migración, relató el encargado de la “Casa del Migrante”, y como ésta hay decenas de historias de injusticias y tragedias que se dan año tras año, y sólo algunas son conocidas y evitadas… la gran mayoría quedan ocultas.

En entrevista exclusiva ofrecida a Generación Press el párroco encargado de esta casa de asistencia a migrantes comentó: “El hecho que (los migrantes indocumentados), logren pasar a México y luego pasar a Veracruz, pasar Coatzacualcos, es la primer hazaña fuerte, burlar a la Guardia Nacional”; por lo que si alguien entregara a estas personas indocumentadas a Migración; eso sería como “matarlos”, expresó.

En la “Casa del Migrante”, se pueden ver menores de edad que en su corta estancia pueden tener al menos un momento para descansar y hasta jugar como lo pudimos ver en estos días donde pequeñitos y pequeñitas de entre cuatro y nueve años aproximadamente, en muchos casos con prendas de vestir donadas que ni siquiera son de su talla, pero al menos les sirven para cobijarse el frío del crudo invierno que aún se siente en Tlaxcala, jugaban.

Los pequeñitos se entretenían con algunos juguetes y dejaban ver sonrisas en medio de un viaje lleno de adversidades e injusticias que los rodea y con un destino incierto; mientras, sus padres enfrentan a cada momento peligros y sólo los mantiene firmes la esperanza de encontrar un trabajo que en sus países no han podido conseguir para al menos, mejorar en algo sus precarias condiciones de vida y garantizar al menos cubrir las necesidades básicas de sus hijos.

Y donde las autoridades migratorias y la Guardia Nacional en México parecen ser los primeros dos grandes muros que limitan esta esperanza… los demás, los forman diferentes actos por la inseguridad que se vive en nuestro país y entidad… CONTINUARÁ.

A %d blogueros les gusta esto: