No hay claridad en la política de combate a la corrupción de López Obrador, señaló Jacqueline Peschard, mientras los paraísos fiscales siguen produciendo desigualdad.
Tlaxcala, Tlax., (Enrique Gasga).- “Los puntos que están en la agenda del país creo que la bandera que López Obrador puso en el centro de su campaña política que fue el combate a la corrupción está en el centro, pero todavía no tenemos muy claro -así como se está diseñando una política para la seguridad y para enfrentar la violencia-, no tenemos muy claro cuál es esa política de combate a la corrupción”; manifestó en entrevista durante su visita a Tlaxcala Jacqueline Peschard Mariscal, destacada investigadora y actual presidenta del Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI).
Lo anterior a propósito del tema del Sistema Nacional Anticorrupción; y del clima de corrupción existente, en que habló entre otras cosas de los denominados “paraísos fiscales”, que aclaró: son legales; pero que son consecuencia de prácticas de corrupción de autoridades y empresas alimentada por la impunidad, y que todo esto origina desigualdad social.
Jacqueline Peschard dijo al respecto: “Se aprovecha los propios mecanismos legales, la falta de controles institucionales para hacer una red donde unos contratan a otros y de repente se perdió el asunto, y ahí está buena parte de los enriquecimientos que hacen que tengamos una sociedad fuertemente desigual.
“Los grandes negocios están asociados no sólo a manejos corruptos entre las autoridades y las empresas, sino adentro de las propias empresas la manera como sacan dinero, y hacen paraísos fiscales en lugar de pagar impuestos, ah pero los paraísos fiscales son legales, sí son legales, pero lo que están aprovechando es que hay un deficiente sistema fiscal que no controla”, explicó.
La investigadora indicó: “entonces si yo no tengo los mecanismos suficientes como para identificar que ese dinero que está en los paraísos fiscales, que es legal, pero que tiene unos huecos por ineficiencia en la investigación, pues es lo que permite esas enormes desigualdades”, manifestó.
Y Jacqueline Peschard agregó que una de las grandes consecuencias de la corrupción es la desigualdad social donde los que más tienen son menos y los que menos tienen son más; esto en un escenario donde la corrupción goza de falta de sanciones; “la corrupción es de todos los países, pero la impunidad, la falta de sanción, las falta de responsabilidad de quien comete un acto de corrupción es en los países donde hay un déficit en el imperio de la ley”, concluyó.