PRI en ruinas.
Por Daniel Cantó
La mayoría de los ciudadanos saben que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) se encuentra en una decadencia profunda, en un abismo del cual se ve imposible que salga, pues en sus entrañas no existe un personaje que tenga la calidad moral para sacarlo de esta crisis.
El pasado lunes se dio a conocer que la ex presidenta municipal de Tlaxcala, Anabell Ávalos Zempoalteca asumiría la secretaría de organización del Comité Directivo Estatal del PRI en Tlaxcala, posición que le abriría las puertas para ocupar la presidencia de su partido y con ello su regreso a los escenarios políticos.
Recientemente, Anabell Ávalos en entrevista a un medio de comunicación local expresó que una de las lecciones que le había dejado ser candidata a la gubernatura del estado era ser menos confiada, aunque sigue siendo la misma “humilde y sencilla”.
Bueno, cabe aclarar que la ex alcaldesa nunca fue una persona sencilla, y mucho menos humilde pues si de algo se quejaban sus colaboradores es la prepotencia con la que se dirigía a e ellos y la falta de cortesía que tuvo con cientos de personas que le ayudaron a llegar como presidenta municipal.
En la entrevista subraya que ya no “sería confiada”, según por la serie de traiciones que le hicieron durante su campaña para gobernadora. Y si ella ya no sería confiada, por “el mal que le hicieron”, pues los tlaxcaltecas mucho menos confían en Anabell, recordemos que fue acusada de desvío de recursos, nepotismo, y mantener como aviadores a amigos y familiares en la nómina en su paso por la presidencia.
Anabell Ávalos le apuesta a que los tlaxcaltecas olviden su mal gobierno, en fin, podrá convencer a los priistas, pero difícilmente lo hará con los ciudadanos, ya se demostró en las elecciones pasadas.
Al PRI y a personajes como Anabell Ávalos, Blanca Águila, o Mariano González Aguirre los condena su propia historia, pues si alguno de ellos no está acusado de abuso del poder, o desvíos de recursos, son señalados de corruptos, vividores y chantajistas, y otros más por ser unos verdaderos parásitos.
Ya no hablemos a nivel nacional donde el PRI enfrenta una severa crisis que pone en duda que vaya a resurgir como el Ave Fénix para lograr posicionarse como uno de los favoritos para ganar las elecciones próximas.
Seamos honestos y frente a este grisáceo escenario a Anabell Ávalos sólo le queda recoger las ruinas de un partido que vivió la gloria y que ahora carece de liderazgo, unidad y presupuesto…El PRI está en ruinas, y con él sus fieles seguidores, y su futura presidente, los cuales viven de recuerdos y con la única meta de ocupar un puesto para satisfacer sus anhelos personales.