Sin Capacitación, nada cambia.
Por Daniel Cantó
Los actos delincuenciales son un fenómeno complejo que requiere de soluciones en muchos frentes, uno de ellos es capacitar a la policía para que los ciudadanos puedan vivir seguros y con la confianza de que las fuerzas de seguridad salvaguardarán su integridad.
La violencia que se genera en las calles es uno de los problemas que más preocupa a los pobladores, porque uno debería caminar tranquilo al saber que nuestra policía está preparada, lamentablemente en muchas ocasiones no es así.
En las redes sociales circula un vídeo donde dos sujetos le propinan una golpiza a un policía del municipio de Totolac cuando intentaba asegurar su automóvil por no contar con los documentos requeridos, situación que generó que se le fueran encima, y pese a que llegaron más policías, al final lo dejan sólo.
Fue un ciudadano el que logra separarlos y poner el orden, un hecho que en otras partes del mundo sería impensable. Mejorar los índices de seguridad depende de muchas cosas, pero una de las más importantes es que todos los policías cuenten con su certificación, esto les permitiría tener las herramientas necesarias para enfrentar a los delincuentes.
La policía como fuerza pública tiene la misión específica de proteger a los ciudadanos y conservar el orden público, pero siempre actuando con responsabilidad, respetuosos y éticos, sobre todo proceder de forma profesional para asegurar los derechos de los habitantes.
Las direcciones policiales de los 60 municipios enfrentan grandes retos en el desarrollo de sus capacidades para prevenir y atender adecuadamente los problemas que genera la delincuencia, pero ello implica la tan anhelada profesionalización de los guardianes del orden que aún está pendiente.
Con la capacitación, certificación y profesionalización de los policías significaría mejorar las tácticas para repeler cualquier agresión, contar con los conocimientos como primeros respondientes, y los necesarios para ejercer correctamente su trabajo.