Incongruente llamado de Amlo de formar “cordones ciudadanos”, ante la inacción de los cuerpos de seguridad contra destrozos de “anarquistas”.
Resulta incongruente el llamado que hizo Andrés Manuel López Obrador de que sean las propias personas que participarán en la marcha del 2 de octubre a formar “cordones ciudadanos”, esto luego de la inacción que ha habido por parte de los cuerpos de seguridad, entre elementos de la Guardia Nacional y de la policía de la CDMEX, en que recientemente se han mantenido como observadores mientras supuestos “anarquistas” ejercen violencia física contra ciudadanos y hacen destrozos a monumentos nacionales y negocios.
Y es que para muchos ha resultado lamentable que las propias autoridades estén permitiendo que estos grupos claramente infiltrados en recientes marchas pacíficas para desestabilizarlas; cometan actos delictivos y desvirtúen las manifestaciones de protesta contra la incapacidad del gobierno para dar solución a problemas como la inseguridad, los feminicidios, o el caso “Ayotzinapa”, entre otros.
Y ahora en lugar de que los cuerpos de seguridad cumplan con su trabajo y detengan, no a los manifestantes; sino a quienes se han dado a la tarea de hacer actos violentos, actuando fuera de la ley con el permiso de las autoridades; se pide que sean los propios ciudadanos que van a hacer una protesta pacífica a que se dediquen a servir como “cordones ciudadanos” contra este grupo de presuntos delincuentes.
Evidentemente de hacer esto los manifestantes estarían dejando de lado el sentido de su protesta para hacer frente a grupos violentos de choque claramente poniendo en riesgo su persona.
El pretexto de López Obrador es: “Están garantizadas las libertades, el derecho de manifestación, no somos un gobierno represor, nosotros surgimos para que nunca más se reprima al pueblo. Este no es un gobierno autoritario”, dice.
El asunto es que nadie le está pidiendo que reprima al pueblo; sino que se actúe contra estos grupos de choque infiltrados en las manifestaciones para crear caos y delinquir.
Ya que de no actuar en consecuencia, a quienes está protegiendo el gobierno, no es a los manifestantes ni al pueblo; sino a presuntos delincuentes disfrazados de grupos “anarquistas” que se infiltran para desvirtuar las protestas y crear confusión.
Y surge la pregunta, si el pueblo tiene que organizarse para auto cuidarse de estos grupos de choque que no van sino a delinquir y desviar la atención, entonces qué sentido tiene la existencia de una costosa policía y de una costosa Guardia Nacional, si no van a actuar.
Hay mucha diferencia entre ciudadanos que pacíficamente van a manifestarse, y delincuentes que están atentando contra el propio pueblo. Urge que el gobierno cumpla con su trabajo. Pues se pensaba que con la llegada del nuevo gobierno se acabarían estos grupos de choque que se infiltran en las manifestaciones para desvirtuarlas; pero al parecer este es uno de los muchos vicios de los anteriores gobiernos que no sólo no han desaparecido, sino que se están agudizando.
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